lunes, 24 de enero de 2011

¿Me voy o Me quedo?

Con este tema, nos estamos alejando de los comentarios habituales que hacemos en este blog, que durante su corta vida se ha dedicado principalmente a comentar cosas más concretas, y no tan abstractas o "psicológicas" como las que escribiré a continuación. 

A una amiga le comentaba sobre la necesidad de buscar nuevos horizontes en la vida: sin novia y dejando a mucha gente detrás. Tantas experiencias, tantos recuerdos...En la actualidad, al lograr la separación concreta, debes alcanzar la "separación virtual" (nuestros padres y abuelos nunca se la imaginaron y la tuvieron más fácil): bloqueos en Facebook, No Admisión en MSN, cambiar el número del teléfono móvil...Como consecuencia de lo difícil que resultan siempre las separaciones, mi amiga me decía que no había por qué "aislarse", sino que había que solucionar los problemas. Ahí está la disyuntiva con que se titula este artículo. Y nuestro interés radicó en que no hemos leído información útil en ningún lugar.

Cuando te vinculas fuertemente con una persona, deseas que esa relación perdure, el tiempo lo pones tú. Pero cuando hay problemas, te encuentras con la duda de qué hacer: o solucionarlo o dar un paso al costado. Ahí te pones a consultar con los amigos y la familia, hasta encontrar la cura a tu mal. Lo que no queda claro es qué camino tomar. Eso dependerá de la naturaleza del conflicto y de las personas involucradas.
Cuando tomar la alternativa de irte o escapar, es porque no quieres más problemas. Evitas discusiones innecesarias, que para lo único que sirven es para "hacerse mala sangre". En cambio, cuando la opción es la de quedarse o enfrentar el problema, se puede encontrar la solución entre las partes, pero también te puedes encontrar con discusiones que no dan ninguna clase de fruto.

En definitiva, el camino a seguir en estos caso resulta ser confuso. Nadie aprendió sabiendo y no sé si la psicología o las religiones tienen alguna respuesta. Hay que vivir y dejar vivir.

miércoles, 19 de enero de 2011

Laraquete



Yendo hacia Arauco desde Concepción, se puede llegar a Laraquete, en la entrada de la Provincia de Arauco. De partida te recibe el Río de las Cruces, único en Chile. Al recorrerlo, en sus aguas se pueden encontrar las piedras con forma de cruz que dan el nombre al río. Esta piedra es conocida por los trabajos de orfebrería que se realizan con ella. Mucha gente aprovecha las aguas del río para acampar.



Luego del río, está el paradero, y con ello, las Palomitas que venden tortillas. Pero éstas tienen una particularidad: que a la ceniza caliente con que se hornean se le agrega arena de playa.


Al adentrarse al pueblo está la playa, de 1 km de largo. La cantidad de gente que asiste a la playa y la longitud de ella le asegura al bañista tranquilidad y espacio, cosa que no se encuentra en muchas playas de nuestras costas. Además, es un lugar que frecuentan los pescadores o recolectores para extraer especies como robalo, lenguado y jaiba.



El pueblo cuenta con camping, restaurantes, discotecas y supermercados. También hay una tienda de artículos de pesca a la orilla de la playa. Se destaca el restaurant Rapa Nui, por ofrecer ranas como especialidad de la casa.




Actualmente, el sector se moviliza en contra de la instalación de la central termoeléctrica Pirquenes. Este lugar ya tiene a una planta de celulosa cerca, e incluir un medio de obtención de energía altamente contaminante puede significar una considerable disminución del turismo y empeoramiento de la calidad de vida de sus habitantes.






jueves, 6 de enero de 2011

La doble militancia futbolera

Cuando el fútbol se vive como una pasión, es precisamente eso: UNA SOLA PASIÓN. Es como la religión o la madre: es una o ninguna (aunque hay excepciones). No hay oportunidad alguna para que tengas más de una pasión, siendo hincha de dos o más equipos. En el fútbol se gana o se pierde, y pretender tener doble militancia es sinónimo de nunca querer perder.

Sin embargo, hay muchas veces en que estos dogmas futboleros tienen excepciones, y los que más se exponen a cuestionar su pasión son los mismos futbolistas. Así, muchos recuerdan a Figo yéndose del Barcelona para fichar en el Real Madrid, entre muchos otros casos. Muchas veces cambios como estos son incuestionables, porque involucran oportunidades laborales que no pueden despreciarse, ya que hay una trabajo y una familia detrás. Pero hay otros en que hay muchos ceros de por medio o mucho egoísmo de parte del que toma la decisión, y más le duele al hincha cuando el jugador presta sus servicios al archirrival, o sino pregúntenle a Leonardo. Otras veces son los intereses económicos los que hacen cambiarse de bando, como el caso de Sebastián Piñera.

Pero donde es más cuestionable este asunto es a nivel del hincha. El fenómeno consiste en ser fanático de un equipo local y a la vez de otro, por lo general de uno de los llamados "grandes" del país de turno. Esta costumbre tiene como consecuencia "positiva" nunca perder, es decir, cuando pierde el equipo "chico", no importa, ya que el "grande" siempre gana y te puedes "colgar" a su triunfo. Sin embargo, presenta inconvenientes, como el ser socio de los dos equipos o encontrarte con hinchadas que no aceptan de ninguna manera estas dos pasiones.

Para finalizar, daremos dos ejemplos de doble militancia en el fútbol chileno:

1. El equipo fundado por Marcelo Salas, Unión Temuco, ha sabido capturar a los temuquenses que son hinchas de la Universidad de Chile, tanto así que en los partidos que este equipo juega es fácil encontrar fanáticos con la camiseta azul.


2. Uno de los equipos centenarios de Chile es el Arturo Fernández Vial, de la ciudad de Concepción. El año 2000 figuró en su camiseta como sponsor el entonces conocido como "Colo-Colo Carrier 117"

Saque sus propias conclusiones...